Liderazgo y voluntariedad

Es imposible desligar el factor intelectual del liderazgo del factor humano. El verdadero liderazgo está definido por una palabra fundamental que es voluntariedad, o nos siguen de forma voluntaria o no es liderazgo. 

Aquí unas instrucciones que deberían cumplir los buenos líderes:

Sudar la camiseta: esto lo que supone no es ni más ni menos que demostrar el esfuerzo. Para motivar a sus empleados, para motivar a la gente lo que deben hacer los líderes es demostrar el esfuerzo. Debe ser la primera persona que trabaje debe ser el ejemplo a seguir por los demás, cuando ves que el líder se esfuerza sin lugar a dudas los vínculos profesionales y las conexiones emotivas se hacen mas fuertes. Y esto es sin duda una herramienta muy poderosa.

Crear un desafío. Al crear un desafío se refuerza el compromiso. Los líderes tienen la obligación de buscar nuevos retos y nuevas metas para sus empleados; es la única manera de que estos no se sientan acomodados y aburridos en su puesto de trabajo. Cada nuevo reto, cada nuevo desafío lo que va a hacer es renovar el compromiso de luchar por los mismos objetivos.

Crear una experiencia sostenible. Una vez que hayan encontrado una experiencia que convenza a la gente tienen que ser capaces de sostenerla. El trabajo en equipo, la motivación, los objetivos deben ser sostenibles; de nada vale conseguir una experiencia positiva si luego esta se desvanece y no se mantiene en el tiempo.

Ser transparentes. Las personas, los empleados quieren saber en que están involucrados y porque me estoy involucrando, quieren saber que es lo que van a conseguir con ello. Los líderes tienen que ser transparentes y tienen que transmitir esa transparencia a sus equipos a sus colaboradores, de lo contrario siempre habrá lugar a rumores, envidias y comentarios no deseados.

Ser humano. Ser humano es diferente a esforzarse. Ser humano es compartir algo nuestro con los demás. Los líderes tienen que saber que antes de líderes deben ser humanos y eso conlleva la capacidad de aplicar la Inteligencia Emocional en sus organizaciones y con sus empleados.

Ser humildes. Reconocer nuestros errores, y reconocer los aciertos de los demás.

Fuente: Andy Cohen

La competitividad de España

La gestión de talento es en 2016 uno de las claves económicas y sociales de mayor importancia mundial y que más cambios está sufriendo. A día de hoy existen más de 200 millones de personas en el mundo que se encuentran en situación de desempleo y el 47 % de los puestos de trabajo corren peligro debido a la creciente sofisticación de la automatización.

A la vez que se plantea este problema las pirámides de población aportan más retos ya que nos encontramos ante una población cada vez más envejecida. Se prevé que, para el año 2030, las generaciones más jóvenes se habrán reducido en un 50% y las de más de 65 años constituirán el grupo de población que crezca más rápidamente, lo que dará lugar a una escasez de mano de obra en países como Alemania (10 millones), Brasil (40,9 millones) y China (24,5 millones).

El ranking de la competitividad

El tercer Índice de Competitividad por el Competitividad por el Talento Global GTCI, elaborado por Adecco, revela que  los países euroepeos ocupan los primeros puestos, con 16 de ellos entre los 25 primeros. Solo tres de las diez primeras posiciones las ocupan países de otros continentes: Singapur, Estados Unidos y Canadá en la segunda, cuarta y novena posición, respectivamente. El ranking está liderado una vez más por Suiza.

España, con una media de todas las variables analizadas de adas de 52,51 puntos (+1,26 puntos más que un año atrás), ocupa el puesto 36 del ranking de 109 países analizados por el GTCI, y reduce su distancia con la media general a 4,98 puntos (en 2015 era de con la media general a 4,98 puntos (en 2015 era de más de 6 puntos por debajo). Además, se encuentra entre los países clasificados como de renta elevada (datos del Banco Mundial).

Inmediatamente por encima de España figuran países como Lituania (35), Chile (34), Portugal (33), Chipre (32) y Hungría (31). En cambio, nuestro país figura por delante de otras naciones como Corea del Sur (37), Polonia (38), Barbados (39), Costa Rica (40) e Italia (41).

En el grupo de competidores europeos de España (consta de 17 países de renta elevada), Italia es el más parecido en términos de tamaño y nivel de PIB per cápita. España obtiene una puntuación en el GTCI ligeramente superior y esta es muy similar también a la de la vecina Portugal. En cambio, España se coloca por debajo de otros países de renta elevada de Europa Occidental como Alemania, Francia, Bélgica o los Países Nórdicos.

En palabras de Alain Dehaze, CEO del Grupo Adecco, durante la presentación del informe que ha tenido lugar en la ciudad suiza de Davos: “El mundo del trabajo está cambiando más rápido que nunca y aporta, tanto grandes oportunidades, como retos. A medida que avanzan las tendencias de digitalización y de envejecimiento, el GTCI confirma la gran importancia que tiene la movilidad del talento a la hora de impulsar la competitividad y de equilibrar los excedentes y las carencias de facultades en el mundo”.

“Los países líderes en talento demuestran que, para atraer al talento, los gobiernos deben invertir en educación y en conocimiento, así como reducir la burocracia y simplificar los mercados laborales. Los empleadores deberían acoger la movilidad de talentos, invertir en hiperconectividad para capitalizar la tecnología, sacar provecho de las oportunidades que ofrece la economía mundial y crear empleos”, ha concluido el CEO de Adecco.

Es por esto que, hoy más que nunca, compañías y directivos están poniendo el foco en establecer cambios para mejorar la empresa y están especialmente preocupados por retener y cultivar el talento preocupados por retener y cultivar el talento

más valioso de sus compañías para mantener el ritmo más valioso de sus compañías de sus competidores o consolidar su liderazgo.

Motivación laboral

Cuando los niveles de paro mundial, la rotación y la movilidad geográfica se ha vuelto tan fácil, estamos ante un río de ejecutivos y profesionales altamente cualificados que se adentran en aventuras para buscar desarrollo espiritual, vidas más llenas y plenas de emoción y sensibilidad. Buscan realización interna, no se mueven por dinero. Se trata de un perfil ideal porque su motivación tendrá niveles extraordinarios.

El trabajo es a la productividad lo que la justicia al honor y honestidad. Los beneficios de cualquier esfuerzo lo son para todos los implicados o nadie ganará. Serán económicos, físicos, o espirituales, pero si realizamos una tarea que requiere producir para otros, debemos recibir “si ne qua non” en alguna forma el pago o compensación, suficiente para que nos haga sentir la balanza del win to win equilibrada. Y es que solo si sentimos que todos ganamos habrá ganancia estable. Hablamos entonces de la motivación laboral.